Esta es la primera entrada (y espero que haya más...) de una de esas comidas que uno ha visto desde pequeño en su casa, y siempre relacionada con la vigilia. Y aunque no haya salido muy religioso que digamos, me gusta la tradición que implica estos platos y no me gustaría que se perdiera.
Este año me he decidido a hacer este potaje de manera rápida, pero tradicional. El año pasado hice la versión del Thermomix y por "enterao" y no seguir las instrucciones a pies juntillas acabamos comiendo "engrudo de vigilia"
En honor a mi madre, a la que tannnnntas comidas le he dejado plantadas por mi mala boca, voy a etiquetar estas recetas como "La cocina de Teky". Va por ti Emilia, te adoro!!!
- Un tomate
- Un pimiento
- Una Cebolla
- 300gr de Espinacas cortadas
- 150 gr de garbanzos en remojo
- Cuatro tajadas de lomo de Bacalao desalado
- Larurel, clavo, pimienta en grano, ajo y guindilla (opcional)
- Sal, Aceite de Oliva y colorante alimentario.
Preparación:
La noche antes echaremos en remojo los garbanzos. Si queremos desalar nosotros el bacalao, los echaremos en un recipiente y lo cubriremos con agua. Lo dejamos en la nevera durante 48 horas, cambiando dos veces el agua. Yo he optado por comprarlo ya desalado y listo para cocinar.
Ponemos los garbanzos en la olla rápida. Sobre ellos y en crudo, el pimiento, la cebolla lavados y troceados. Como soy un poco milindres, le he quitado la piel al tomate sumergiéndolo unos segundos en agua hirviendo. Lo cortamos por la mitad y a la olla.
Añadimos dos clavos, unas pimientas en grano, una cucharadita de pimentón, una hoja de laurel, dos dientes de ajo machacados con su piel (rústico, que le llaman), media guindilla (o una entera si os gusta muy picante, o ninguna si no os gusta para nada) y un poco de sal (no mucha, el bacalao aporta su sal y siempre estaremos a tiempo de añadir).
Añadimos agua hasta cubrir ligeramente, un chorro generoso de aceite de oliva y llevamos a ebullición. Tapamos la olla rápida y cuando suba calculamos entre 7-10 minutos. Esto dependerá de la fuerza de la olla, y la dureza que tengan los garbanzos. Si no sabéis cuánto precisan, mejor quedaros cortos y hervimos luego un ratito al modo tradicional. Yo los guiso en el punto más bajo de presión de la olla.
Una vez baje la presión de la olla, abrimos y ya se habrá obrado el milagro a presión. Añadimos las hojas de espinacas, en mi caso una bolsa entera de las que vienen cortadas y frescas de Mercadona, pero quitándole los rabitos más gruesos que trae. Aunque parezca mucha cantidad, merman enseguida y se quedan en nada. No os preocupéis si os ha quedado escaso de caldo, las espinacas aportan mucha agua. Una vez hayan dejado sitio, añadimos las tajadas de bacalao.
Cocinamos durante unos 5-7 minutos a fuego medio y listo!!! Rectificamos de sal y al ataque!!!
Si está bueno de por sí, de un día para otro, como la mayoría de las preparaciones, éste potaje gana. Este potaje es customizable con chorizo, morcillas y carne al gusto. Pero esa es otra historia ;-)
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