Sweet Potatoe Pie (Tarta de Batatas, vamos...)

Es manifiesto que nos gusta más una novedad que a un tonto un lápiz. Estamos viendo cómo en los últimos años hemos adoptado con una ,cuanto menos, sorprendente naturalidad la celebración de festividades y costumbres que nos pillan muy, muy, muy de refilón.

Porque, vamos a ver, lo de Papa Noel/Santa Claus/Yulupuki  lo puedo llegar a entender porque es una guasa que te den los regalos de los Reyes Magos el día antes de incorporarte al cole. Pero no nos engañemos. Al menos en Málaga los renos morirían del calor y el pobre abuelo fenecería deshidratado, que el año pasado no se vendió ni un abrigo. De la presencia en los hogares de chimenea hablaremos otro día. 

Otra celebración en auge es Halloween; ¿qué tendrá eso que ver con nosotros? Era una auténtica guasa ver a la gente disfrazada de carnaval sin ni tan si quiera pintarse una cara demacrada por aquello de añadir el sufijo "zombie" a la denominación del disfraz que lucían. Así pudimos ver policías, vacas, colegialas travestidas, flamencas y un largo etcétera de atuendos sin su poquita de sangre, harapo, su poquita de telaraña, su murciélago o similar. Así no, oiga!!! Si vamos a jugar jugamos bien. Y si no es así, cómprate unos panellets, unos huesos de santo (de chocolate no, por diossss!!!), unos buñuelitos y visita tus tumbitas, como se ha hecho toda la vida. Qué corahe, ainssss!!!

Hablando de lo anteriormente expuesto con mi señor esposo se le ocurrió la idea de celebrar Acción de Gracias (os remito a la wiki). Ya puestos a celebrar cosas absurdas, ¿por qué no reunirse con amigos para agradecer lo que se tiene? Y ahí comenzó mi trabajo de documentación. Adoro internet!!! En Canadá se celebra el segundo lunes de octubre, pero como a nosotros nos tira más el estilo USA, hemos optado por la modalidad cuarto jueves de noviembre, aunque lo pasamos al domingo para hacer coincidir agendas. Una cosa es la novedad y otra cosa es dejarlo todo...

Como si de una revisión bibliográfica se  tratara, me he empapado de páginas y más páginas, blogs y más blogs, vídeos y más vídeos seleccionando aquí y descartando allá  hasta dar con el que considero que ha sido un menú clásico, eso sí, ligeramente "tuneado" para facilitar la tarea y adaptar a nuestros paladares (que no a nuestras arterias coronarias) el menú definitivo.

Y aprovechando que mi santo ha vuelto a la vida de universitario, he tenido muuuuucho tiempo para dedicarle  y cuidar los detalles que a todos nos gusta tener a la hora de poner una mesa.

El menú definitivo constó de:

- Tartaletas de Pera, Requesón y Queso Azul

- Pollo Asado (a mí es que el pavo... como que no. Si viérais la cara del carnicero cuando le pregunté si tenía un pollo para dar de comer a seis, jijiji)

- Salsa de Arándanos

- Puré de Patatas

- Gravy, que es una salsa espesa hecha con los jugos que suelta la carne.

- Stuffing, que es el relleno. En esta ocasión guisado aparte para acelerar el asado.

- Pan de Maíz

- Green Bean Casserole

- Sweet Potatoe Pie, o tarta de Batata, que es lo que nos ocupa  la entrada de hoy.

Ingredientes (para 8 personas)

• - Masa Quebrada
• - 450 gramos de Batata Asada
• - 2 Huevos
• - 200 gramos de Azúcar Moreno (Toñi y Encan-na)
• - 115 gramos de Mantequilla ablandada
• - 120 cc de Leche
• - 1/2 cucharadita de Nuez Moscada
• - 1/2 cucharadita de Canela Molida
• - 1/2 cucharadita de Gengibre en Polvo
• - 1 cucharada de Extracto de Vainilla

Preparación:

- Respecto a la masa quebrada, si no os queréis complicar la vida, compráis la que venden congelada. El hojaldre no lo recomiendo, a mi gusto no le pega. Si tenéis tiempo y una batidora de vaso os recomiendo que intentéis hacer la Masa Sablé de Thermomix©. Esta receta no requiere temperatura, al contrario, necesita frío. Así que haced el intento que queda escandalosa de buena!!! Sólo unas recomendaciones para que no os arrepintáis:

• La masa no hay que trabajarla mucho. Cuando veías que hace grumos o migas, sacad a una bolsa de plástico y a la nevera.
• La receta de Thermomix© pide 15 minutos de nevera. Enfriadla cuanto más mejor, así luego podréis trabajarla mejor.
• Si no estáis duchos en el estirado de masas, hacedlo entre dos plásticos. En este enlace sale tal y como  yo lo hago. Utilizo una bolsa de congelación grande, en mi caso, la misma que utilizo para llevar la masa a la nevera.
• Procurad no tardar mucho en la operación estirado-forrado de molde, la masa se calienta al manipularla y se rompe. 

- Comenzamos cocinando la batata. Se puede cocer o asar. En mi caso las asé, y cuando estén enfriadas se les quita la piel y lo que se vea feillo.

- Pesamos la cantidad de batata que pide la receta y la echamos en la batidora con la mantequilla para hacerlas puré. Si no tenéis batidora de vaso, podéis hacerlo con un tenedor o similar, pero armaros de paciencia. Batimos hasta que tengamos una mezcla homogénea. 

- Añadimos el azúcar, la leche, los huevos, las especias y el extracto de vainilla. Seguimos batiendo a velocidad media hasta obtener una crema fina. 

- Forramos con la masa el molde previamente engrasado en el que vayamos a hornear la tarta. Éste es de 28 cms de diámetro. No he conseguido encontrar el típico de tarta americana, y mira que he recorrido centros comerciales... Para que quede a ras, estiraremos la masa unos centímetros más del diámetro del molde y cortamos el filo pasando el rodillo.

- Vertemos el relleno de la tarta sobre la masa  y lo distribuimos.

- Horneamos a 180ºC durante 50-60 minutos, o hasta que al pinchar el centro con un cuchillo o palillo éste salga limpio. Lo que digo siempre: cada horno es un mundo, y tiene su personalidad propia. El mío es un cabr_n...

- A esta tarta le pasa como a la Quiché, se infla como un suflé y cuando se enfría se viene abajo. Truquito: el centro no se eleva hasta que está hecho. Así que ésto os puede dar una idea de cómo va la cosa. 

- Yo la hice de un día para otro para ganar tiempo, pero se puede servir templada. Si os fijáis en las fotos se ve cómo baja después de horneada.

- Adornamos con unas nueces pecanas y un poco de nata montada y a disfrutar!!! Me encanta el sabor que tiene a especias y ese dulzor especial de la batata y el azúcar moreno. 

Como colofón y auto-homenaje, porque me lo curré bastante, os pongo unas fotillos de nuestro primer, y espero que no el último, Thanksgiving day.

Aquí os presento  a los mellizos que sustituyeron al pavo. Estaban rellenos de zanahoria, cebolla, apio, perejil, tomillo y previamente frotados con sal y limón en el interior. Muy bien ataditos para que no se salga nada ni por el cuello ni por el culo-pollo. Untaditos de mantequilla y rociados de sal, pimienta y romero. Colocados sobre la rejilla para que cayeran sus juguitos a la bandeja del horno, donde posteriormente se hace el Gravy.

El relleno, stuffing para ellos, que lleva nueces, pasas, apio, cebolla, manzana, dados de pan del día anterior, mantequilla, caldo de pollo y salpimentado. Se puede hacer en el interior del ave, pero incrementa bastante el tiempo de cocción, así que lo hice aparte y lo serví en una fuente.

El Green Bean Casserole es un guiso de habichuelas verdes redondas con champiñones, sopa de champiñones mezclada con leche y salsa de soja y aros de cebolla crujientes. Se hornea hasta que la mezcla espesa y se coloca parte de los aros arriba para que no se humedezcan. Para mí, junto al gravy, de lo mejor.

Con las bullas no hay fotos del pan de maíz, que está delicioso... no me colaboran nada...

El puré de patatas, no merece foto, ¿no? sólo decir que estaba preparado con mantequilla fundida, nata y salpimentado. La combinación con el gravy resultaba exquisita. La salsa de arándano tampoco, que era de bote. Si sabéis dónde se pueden encontrar arándanos congelados me lo decís que yo no pude.

Pasamos a la parte decoración y merchandising. Monté  una mesa muy apañada e hice un centro de mesa alegórico de las cosechas con un cubremacetas muy mono que teníamos del año pasado, unas nueces y material 100% de los chinos. Total: 8,5 leuros. Para todo lo demás... MasterCard

Lo que es tener tiempo. Confeccioné unos servilleteros puro plagio de unos que vi en internet y me parecieron muy graciosos. Ya que suprimimos un elemento tan importante como es el pavo, le redimos tributo en forma de servilletero.

Y para ubicar a cada comensal unos sombreros de Colono donde luego apoyaría unas etiquetas con los nombres impresos.

Cuando voy a un restaurante medio qué, me da rabia no acordarme luego de lo que comí. Sobre todo si son preparaciones originales, o platos distintos a lo habitual. Así que ni corto ni perezoso imprimí unas tarjetillas a modo de menú.

Sólo nos ha faltado los atuendos de indio o de colono, pero si el año que viene persevera la iniciativa, no se escapa nadie de verse disfrazado. Jijijijiji.