Sería por los años 80 cuando llegó a mi casa un recetario de una conocida marca de margarina, la del helicóptero... Tulipán, vamos. De entre todas las recetas que venían, en casa se hicieron habituales la de un arroz con champiñones y jamón cocido (con cantidades ingentes de margarina, claro está) y la de ésta tarta de limón, que lo que menos lleva es margarina, pero bendita sea la hora en la que cayó en nuestras manos, porque es rápida, fácil y una delicia. El arroz lo aborrecí, por cierto... pero lo mismo rebusco la receta y la publico en el blog.
Ahí va un homenaje a la margarina que nos ha acompañado hasta que se acabó el monopolio de las grasas vegetales...
Ingredientes:
- 2 Limones
- 200 gr de leche condensada
- 500 ml de Nata para Montar
- 1 Paquete de Galletas de 200 gr
- 100gr de Margarina
- 1 Cucharadita de Canela Molida
- 2 Cucharaditas de Azúcar
Preparación:
- La tarta lleva la consabida base de galleta y margarina, así que es conveniente comenzar por pulverizar las galletas y añadirle la margarina, el azúcar y la canela. Ya que tengo el Thermomix de mis amores, lo tengo que amortizar; pero cuando no lo tenía, lo hacía con una batidora de brazo y mucha paciencia, terminando de mezclar como buenamente podía en un bol.
- Vertemos la mezcla de la base en el molde en el que vayamos a prepararla, repartimos la mezcla uniformemente y prensamos bien, especialmente en los bordes. Como mejor se hace es con los deditos. Utilicé una tartera desmoldable, ya que la crema tiene consistencia. Forré la base y el contorno con papel vegetal para que resultara más fácil. Para el papel del borde del molde se quedara pegado, pincelé con margarina.
- Hecho esto, llevamos al frío para que se endurezca mientras preparamos la crema.
- En un bol amplio echamos la ralladura de un limón, los 200 gr de leche condensada y el zumo de los dos limones. Batimos con unas varillas hasta que tengamos una mezcla homogénea. Reservamos.
- La receta original lleva 250 de nata ya montada. Personalmente, no me gusta demasiado el sabor de la leche condensada, así que yo monto medio litro y le añado unos 2/3 de esa nata. Os recomiendo que:
- La nata esté muy fría
- Metáis un poco antes las varillas en el congelador
- Utilicéis una nata con un 35,1% de materia grasa
- Añadimos la nata a poquito a poco a la mezcla del limón con movimientos envolventes hasta que esté toda la nata incorporada y la mezcla uniforme. No conviene trabajar demasiado para que la nata no baje.
- Ponemos la crema sobre la base que se habrá endurecido y repartimos y alisamos la superficie procurando que no queden huecos, sobre todo en los bordes. Como se puede ver en la foto, la crema es consistente.
- La crema debe enfriarse en la nevera durante 2 horas como mínimo. Pasado este tiempo la crema se habrá endurecido algo más y permitirá que podamos desmoldar la tarta.
- Para decorar, como siempre, recomiendo la imaginación. Le viene perfecto cualquier fruta que tenga un color vivo. Yo suelo hacerlo con rodajas de kiwi y fresas, que queda muy vistoso. Alguna vez la he decorado con gominolas en forma de gajos de naranja y limón.
- Cortamos la fruta y le retiramos el exceso de humedad con ayuda de papel de cocina para que no agüe la crema. Desmoldamos la tarta y disponemos la decoración como dios no dé a entender.
Te ha quedado preciosa, además que tiene que estar riquísima. Con tu permiso, tomo nota que creo que algún día de estos... Un abrazo.
ResponderEliminarEsa es la idea, Rosa, que toméis nota y os animéis a reproducir las recetas. Un beso!!!
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