Después del éxito cosechado por mi foto facebookera de un hojaldre similar improvisado con los restillos que iba encontrando en la nevera, moralmente no me ha quedado otra que hacer una entrada con pequeñas variaciones para dotar a la receta de cierto encanto.
La "original" por decirlo así llevaba cebolla, champiñones, salchichas y queso emmental rallado todo ello sobre una cama de bechamel. Así que he sustituido las wieners por pechuga de pollo, pero podéis añadir cualquier tipo de carne o probar tantas variaciones como os dicte vuestra imaginación.
Ingredientes (para 4-6 amiguetes)
- Una lámina de Hojaldre
- 150 gramos de Pechuga de Pollo
- 100 gramos de Champiñones (media bandeja pequeña)
- 1 Cebolla
- Queso Emmental al gusto
- Harina
- Mantequilla
- Leche
- Sal, Pimienta y Nuez Moscada
- 1 Huevo para pintar el hojaldre
Preparación:
Por un lado cortamos la cebolla, los champiñones y el pollo. Para muestra un botón. Comenzamos rehogando la cebolla. Cuando esté a medio hacer añadimos el champiñón y cuando esté el champiñón poniéndose morenito, añadimos el pollo y rehogamos unos tres minutos. No importa que no esté totalmente hecho, se terminará en el horno.
Reservamos y comenzamos a hacer una bechamel que quede más espesa que la de cobertura que se utiliza para la lasaña, pero que no llegue a masa de croqueta. Esta bechamel la pondremos en la base del hojaldre y sobre ella el resto del relleno. Le va a dar una suavidad muy rica al hojaldre.
Esto de la bechamel es un mundo, así que os voy a poner las cantidades aproximadas y cómo lo he hecho yo. Si tenéis otra forma más sencilla, ni lo dudéis, pero para pequeñas cantidades prefiero hacerla así, a mano y con varilla.
Calentamos en una sartén, antiadherente a ser posible, unos 40 gramos de mantequilla vs margarina. Cuando se funda echamos dos cucharadas soperas de harina y la removemos para que se tueste. Se os hará una pelota de masa informe. Seguid removiéndola un poco hasta que tenga un color dorado.
Este es el momento de añadirle la leche. ¿Cuánta? pues yo añadí unos 300 ml, pero dependerá de la mantequilla y del tamaño de vuestras cucharadas de harina. Poned a fuego medio y empezad añadiendo un chorrito y mezclando con las varillas hasta que se integre. Las primeras veces se volverá a hacer una bola. Por el camino se os hará grumos como puños y salpicaréis, pero hay que perseverar y continuar removiendo hasta que quede lo más fina posible. De todas formas, no es una bechamel de cobertura, y no se va a notar si hay algún grumillo. Y así sucesivamente hasta que consigamos una salsa no muy espesa.
Y no importa que no está muy espesa en este punto porque hay que cocerla unos minutos para que no tenga sabor a crudo y al enfriar espesa. Añadimos sal, pimienta negra molida y una pizca de nuez moscada.
Seguimos removiendo hasta que veamos que la masa empieza a despegarse un poco del fondo. Reservamos y dejamos que temple.
Dejamos templar la bechamel y el resto de relleno porque si lo montamos sobre el hojaldre cuando aún esté caliente, la masa se nos va a reblandecer como un tejeringo a las 3 de la tarde y no vamos a poder manejarla.
Para hacer la trenza, extendemos la masa y la dividimos longitudinalmente en tres partes. En la del centro irá el relleno y los laterales los cortaremos en bandas diagonales paralelas. He marcado la masa con el cortapastas para que os hagáis una idea (Ojo! sólo cortamos desde el centro hacia fuera). Espero que se vea.
Repartimos la bechamel sobre el hojaldre, y sobre ella el refrito. Un poco de queso rallado por encima al gusto y a cerrar la trenza. Para que no me costara trabajo manejar la masa, la metí cinco minutos en la nevera cuando ya estaban todos los ingredientes, así se endurece un poco la masa y no se deshace.
Cubrimos el hojaldre alternando una banda de cada lado procurando que recoja bien el relleno. Sellamos los extremos para que no salga relleno durante el horneado.
Pintamos con huevo batido y al horno durante unos 20 minutos. Como siempre digo, si se tuesta mucho y no ha pasado el tiempo que necesita, cubrimos con una lámina de papel de aluminio.
Podéis comerla caliente o fría, aunque a mi personalmente me gusta templada.
Buenísima!!!!!doy fe!!!
ResponderEliminarGracias, amore!!!
EliminarEsto es lo que yo llamo una buena receta, un paso a paso inmejorable y unas indicaciones precisas y divertidas.
ResponderEliminarMe ha encantado, Bokeronio :)
Besitos
Muchas gracias, Guisadora!!! A mi me encantan las entradas de tu blog. Tus historias siempre consiguen arrancarme una sonrisa y tus recetas me dan muuuucha hambre. Un beso y gracias por asomarte.
EliminarUauh que pasada de plato, está muy bien hecho!! Debe estar riquísimo.
ResponderEliminarMuchos saludos :D
Excelente explicación ☺
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