Cuando se trabaja de noche, llega una hora, que por muy mala que esté siendo la jornada, el ritmo de trabajo disminuye. Y es en esos breves pero dulces momentos cuando aprovechamos para ponernos al día de las noticias de las revistas científicas que caen en nuestras manos (Hola, Semana, Lecturas y otras por el estilo...)
Otra temática recurrente es la comida. Ya podamos haber disfrutado de una cena opípara a la par que rápida, siempre nos queda hueco para hablar de cuánto nos gusta ésto o aquello como si no hubiéramos comido en siglos.
En una de las últimas jornadas nocturnas, se dio la perfecta conjunción: hablar de las recetas que aparecían en una de estas revistas. Fue Charo, mi partenaire laboral (un excelente fichaje, por cierto) la culpable del hallazgo. Yo estaba rellenando papeleo, pero se me pegó a la oreja la combinación de ingredientes de esta quiche que a todos nos hizo salivar con fruición. La versión original lleva queso mató, típico de cataluña y consumido tradicionalmente con miel. Como no es fácil encontrarlo por aquí, lo he sustituido por requesón con muy buen resultado.
Las quiches son como los bocadillos, todo lo que se le ponga dentro le pega. La proporción de nata/leche o como me enseñó mi suegro el "líquido salado" es de un litro de nata por cada 10 huevos. Dependiendo de las bocas que tengáis que alimentar, aquí tenéis la clave del éxito de la crema. Para ésta quiche en concreto he utilizado un molde rizado de 28 cms de diámetro y con estas cantidades ha quedado a ras y perfecta. Considero que con esta quiche comen 6 personas una buena porción.
Ingredientes:
- Masa Quebrada
- 4 Huevos
- 400 ml de Nata (2 bricks pequeños)
- 1 Tarrina de Requesón (aprox. 250 gramos)
- 100 gramos de Queso Azul
- 2 Peras
- Queso Rallado para Gratinar
- Nuez Moscada, Sal y Pimienta
Preparación:
- Como dije en la entrada de la Tarta de Batata podemos simplificar muchísimo la preparación comprando una plancha congelada de masa quebrada. Pero si tenemos tiempo vs ganas, merece la pena hacer nuestra propia masa. Puede que no salga tan buena pero será la nuestra, y el hacerla uno mismo le da un sabor especial.
Os dejo el enlace de la receta de la Masa Quebrada de Thermomix©. Al igual que la masa sablé, es una masa que se prepara en frío y se lleva a la nevera antes de estirar. Si tenéis un procesador de alimentos o batidora de vaso no dejad de hacerla.
- En este caso tampoco se hornea la masa previamente, se mete al horno en crudo junto con la mezcla. Forramos el molde con la masa. Os remito de nuevo a la entrada de la Sweet Potatoe Pie para no repetirme mucho. En mi vida hay un antes y un después del spray desmoldante, que evita el engorro de la mantequilla y la harina y si queréis presentar desmoldada los resultados son impresionantes.
- Aunque la horneamos con la mezcla, me gusta pincharla para evitar que suba durante la cocción y quede más uniforme la base.
- Pelamos las peras, las hacemos cuartos, las descorazonamos y las cortamos en láminas. Reservamos.
- Desmenuzamos los quesos para que se repartan mejor en la mezcla.
- En un bol cascamos los huevos y le añadimos la nata. Mezclamos hasta que se integren bien. No es necesario batir. Salpimentamos y añadimos un poco de nuez moscada al gusto.
- Echamos las peras y los quesos en el bol con la nata y los huevos. Removemos para que se mezclen bien.
- Vertemos la mezcla de la quiché sobre la masa y distribuimos uniformemente.
- Añadimos el queso rallado por toda la superficie.
- Llevamos al horno precalentado a 180ºC durante 40 minutos. El relleno subirá como un suflé cuando se vaya horneando. Y como sube, cuando se enfría baja. Ya comenté en otra entrada que un truco para saber que está cocinada es esperar que suba por el centro. Si no ha subido aún y está muy dorada, colocamos la consabida lámina de papel de aluminio. Si por el contrario está cocida pero muy blanquita, gratinamos unos minutos sin quitarle la vista de encima.
- Se puede servir templada o fría, a gusto de cada cual.
- Como alternativa podemos hacer las quiches en moldes más pequeños como porción individual o presentarlas como canapés. En este caso compramos las mini-tartaletas en nuestro supermercado de referencia y las horneamos durante unos 15 minutos aproximadamente. Quedan muy aparentes y se comen de un bocado.
Aquí os muestro las que hice para el almuerzo de Acción de Gracias
- Recordad que podéis hacer quiches de casi cualquier cosa, así que imaginación al poder!!!